"La mejor película del Festival de Gramado dura 12 minutos y narra la trayectoria de un tomate. Toda la platea que atiborraba el Palacio de los Festivales aplaudiendo de pie e histéricamente, un cortometraje. Es nuevo, original, gracioso, contundente y, finalmente, emocionante, al cerrarse con una citación de Cecília Meirelles: ’libertad es una palabra que el sueño humano alimenta, que no hay nadie que explique y nadie que no la entienda’."
En el siglo XVIII la aristocracia cubana se concebía a sí misma como patricia, aureolada por ejercer "un esclavismo benévolo", aparentemente menos cruel que el de otros países cercanos. Un conde se tomó demasiado en serio ese predicado y sustituyó a Cristo para "humillarse ante sus siervos" en una Semana Santa que le acarreó algunos quebraderos de cabeza y puso de estandarte las de los supuestos documentales apóstoles, escogidos entre la dotación de su plantación cañera.
"En la dialéctica del amo y el esclavo se resume tal vez el trascendental impacto de la película, sobre todo en el sentido en que Marx y Freud entendieron el mensaje hegeliano: no podemos esperar nada de la gracia de Dios ni de aquellos que ejercen el poder en nombre de Dios o de otros; la verdadera emancipación del hombre, ya sea física o espiritual, dependerá siempre de aquellos que han padecido y vencido cualquier forma de esclavitud. A juzgar por La última cena, de Gutiérrez Alea, la lección revolucionaria de Hegel no será olvidada en Cuba."
Dennis West, The Western Journal of Black Studies, Indianápolis, 1979.
La proyección es el viernes 31 de octubre, en La Casa de la Juventud ubicado en el Jr. Deza 562 (a una cuadra de colegio adventista) a partir de las 6:00 p.m. y la Entrada es Libre.
¡No Falten!
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